lunes, noviembre 04, 2002


Indigencia cognitiva

Si este país puede presumir de algo es de haber ejecutado el mayor número de reformas educativas en los últimos 90 años.

Desde la Ley General de Educación, de Giner de los Ríos, en las postrimerías de la Primera República, la posterior abolición de ésta durante la dictadura franquista donde el sistema educativo se regía por los principios del movimiento redactados por Ramiro de Maeztu, la LODE de comienzos de la democracia (¿recordáis el debate sobre religión versus ética?), la LOGE y la LRU en el 86 (inolvidables imágenes lanzando cócteles molotov contra los nacionales en mi primer año de universidad), la LOGSE en el 91, diversos decretos, decretubbies y decretazos...para ahora parir un nuevo engendro al que han llamado LOCE...ley de calidad..jejeje.

Cada una de estas leyes se presentaron de forma más o menos democrática ante nuestra sociedad, como la maquinaria perfecta que permitiría conformar hombres y mujeres aptos para la vida laboral en el marco de una conducta prosocial.

Y el grado de torpeza no ha hecho más que incrementarse de modo exponencial...

Alumnos que no repetían (promocionaban), recreos que ya no eran recreos sino segmentos de ocio (banarrea de pedagogos que presumieron de ser científicos de la educación), disminución de contenidos teóricos en aras del aprendizaje significativo, sólo alcanzable a través de la praxis...una praxis que nunca llegó porque se olvidaron de formar a quién las impartiera y de dotar a los centros de los recursos para desarrollarlas, otorgamiento de derechos a unos alumnos que, por su edad y el incompleto desarrollo moral de su psique, se convirtieron en tiránicos...

Eso sí, durante años vendieron muy bien la moto del éxito de la LOGSE: al no haber suspensos, no había fracaso escolar ¡¡BRAVO, BRAVO!!.

Han tardado once años en darse cuenta de la falacia

Resultado: estamos ante una generación de tiranos analfabetos: les han dado todo el poder y nada de conocimientos: no leen, no hablan (y cuando lo hacen te llevan de cabeza al Prozac), sus gustos musicales son más bien disgustos, ni mú de historia, latín, filosofía. A ver chaval ¿sabes quién fue Franco? Ah sí, el último entrenador del Compos ¿verdad?. ¿Y Buñuel? Ésa sí me la sé, son unos multicines en Teruel.