miércoles, noviembre 06, 2002


¿Y si nos mimamos un poco?

Nuestro ritmo de vida nos va ahogando poco a poco. Uno de nuestros más graves lamentos es la falta de tiempo, y es muy probable que tengamos razón.

Pero seguro que hay un momento, un instante en el que podamos dedicarnos un poco de tan escaso bien para mimarnos y querernos un poquitín. Y, de paso, mimar también a ese marido, mujer, pareja, compañero, hijo, madre, amiga de toda la vida...que suele estar ahí, casi siempre ahí, aunque sin quererlo lo releguemos con demasiada frecuencia a la semisombra.

Una forma de invertir este tiempo podría ser un masaje relajante (y, llegado el caso, incluso erótico, ¡ejem!).

Lo que se necesita, es muy asequible: algún tipo de aceite, arcilla...Seguro que todos tenemos cerca algún mercado donde encontrar lo necesario y a buen precio.

No hace falta practicar hoy todos los tipos de masajes (nada recomendable, pues nos llevaría muchas horas y nos relajaríamos de tal manera que es muy probable que ninguno de nosotros llegásemos a tiempo al trabajo ¡jeje!).

Por ejemplo, propongo que esta noche comencemos por los pies.

¡Hoy toca ser feliz!